2021 ha sido realmente un “año de triunfos deportivos” marcados por la Eurocopa, el campeonato de Wimbledon de tenis y, más recientemente, los Juegos Olímpicos de Tokio. Es posible que algunos incluso nos hayamos sentido inspirados por todos esos deportistas situados en la cumbre de su carrera deportiva.

Sin embargo, no es necesario que seas un deportista de nivel para añadir ejercicio físico a tu rutina diaria (o incluso semanal), pero para quienes viven con hemofilia, el hecho de mantenerse activos es una parte también esencial en el tratamiento, y es importante que el tipo de ejercicio que hagas sea el más adecuado para ti. 

El ejercicio puede ayudar a fortalecer los músculos y las articulaciones, mejorar el equilibrio, reducir el riesgo de hemorragia y contribuir a que los episodios hemorrágicos se resuelvan antes¹. Después de una lesión, algunos músculos pueden debilitarse y otros tienden a acortarse. Esto ocurre sobre todo en los músculos que rodean a las articulaciones, donde la lesión puede deberse a una hemorragia interna. En estos casos, la fisioterapia también puede contribuir al proceso de curación y evitar que las articulaciones se deterioren aún más.

Estar activo sin duda puede tener varios beneficios sobre la salud general de las articulaciones, pero no vale cualquier actividad. Para las personas con hemofilia hay tres tipos específicos de ejercicio que pueden ayudar a mejorar la salud articular:

Fortalecimiento
Como su nombre indica, los ejercicios de fortalecimiento refuerzan las articulaciones y los músculos, lo que permite moverse con más libertad mientras se protegen las articulaciones de los cambios de fuerza, como al bajar escaleras o correr. Estos ejercicios también pueden mejorar tu margen de movimientos y reducir el dolor articular existente, lo que te permite moverte con más facilidad².

Estiramientos
Con la edad, los músculos se vuelven menos elásticos³.  Las lesiones y enfermedades también pueden causar acortamiento muscular y desequilibrio, especialmente en los flexores (músculos encargados de ayudar a flexionar como por ejemplo los bíceps) y extensores (músculos que ayudan a estirar o alargar como es el caso de los tríceps). El estiramiento mejora la movilidad, ayuda a prevenir lesiones y también puede compensar el desequilibrio muscular².

Coordinación
Los ejercicios de coordinación ayudan a mejorar el equilibrio general y la propiocepción⁴, es decir, a mejorar la percepción o consciencia de tu posición y el movimiento de tu cuerpo.

A través de esta aplicación podrás: 

• Acceder 20 ejercicios para fortalecer y estirar los músculos y mejorar tu equilibrio  
• Utilizar función “Planificador de entrenamientos” para crear tu propia rutina personal de ejercicios  
• Grabar tus propios vídeos de práctica con tu fisioterapeuta 

Descarga la aplicación HaemActive aquí.

Como persona que vive con hemofilia, la decisión de practicar deportes o aumentar tu nivel de actividad física depende de ti. La hemofilia es única en cada persona, por lo que debes ponerte de acuerdo con tu médico o con el equipo del centro de tratamiento de la hemofilia (CTH) para elegir el plan deportivo y de ejercicio más adecuado para ti. 

Es posible que tengas que empezar por hacerte algunas preguntas con sinceridad y comentarlas con tu equipo médico. Cuando tengas tus respuestas, puedes empezar a diseñar una pauta de ejercicios personalizada con la ayuda de tu médico.

1. Pregúntate lo siguiente: ¿Qué deportes me gustan (piensa en tus preferencias: deportes de grupo o competitivos frente a individuales; de alta intensidad frente a actividades relajantes)?
   
2. Pregunta a tu médico o fisioterapeuta: ¿Qué deportes puedo practicar con seguridad?
   
3. Pregúntate lo siguiente: ¿Cuál sería el primer paso que debes dar para llevar un estilo de vida activo?
   
4. Pregunta a tu médico o fisioterapeuta: ¿Cuál sería el punto de partida para empezar por un nivel adecuado para mi?
   
5. Pregúntate lo siguiente: ¿Cuáles son mis objetivos (piensa en lo que quieres conseguir con el ejercicio físico: actividad física, mental o perder peso)? 
   
6. Pregunta a tu médico o fisioterapeuta: ¿Qué objetivos son realistas para mí?
   
7. Pregúntate lo siguiente: ¿Cómo sería una pauta de ejercicio físico ideal para mí? (Piensa en la frecuencia con la que quieres estar activo, cuánto tiempo tienes y cómo puedes hacer que el ejercicio forme parte de tu estilo de vida)
   
8. Pregunta a tu médico o fisioterapeuta: ¿Con qué frecuencia debo hacer ejercicio?

* Aviso legal: Realizar ejercicio físico de forma inadecuada puede causar lesiones.